FIN DE A LOS ECOSISTEMAS
Por: Mónica Duarte
Foto: Cortesía del IPS noticias
Cerca del 40% de todas las especies animales del planeta corren peligro de extinción. En Guatemala se encuentran 2.276 especies de fauna y flora en peligro de desaparecer, desgraciadamente esta cifra aumenta año con año, debido a diferentes circunstancias como son la deforestación con su consecuente pérdida de hábitat, el tráfico ilegal de especies y la caza furtiva.
En Guatemala el Consejo Nacional de Áreas Protegidas CONAP es la entidad rectora de dirigir y coordinar el Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas SIGAP y administrar la Diversidad Biológica de la Nación, teniendo como fin conservar y mejorar el patrimonio natural de Guatemala.
Las áreas protegidas tienen como objeto la conservación, el manejo racional y la restauración de la flora y fauna silvestre. En ese sentido, el CONAP ha implementado esfuerzos conjuntos con socios locales e internacionales para promover la conservación de la vida silvestre, como un logro reciente se aprobó la Estrategia Nacional contra el Tráfico ilegal de Vida Silvestre.
Proteger los animales en peligro de extinción en Guatemala es uno de los principales desafíos a los que se enfrenta nuestra nación ya que está considerado como uno de los 19 países con mayor biodiversidad del mundo.
Son varios factores los que influyen en estas cifras, por un lado, la deforestación, el impacto del cambio climático, pero, sobre todo, la intervención del hombre en el hábitat natural de los animales. Los 12 animales en peligro de extinción más amenazados son: Jaguar, Mono Araña, Pavo Ocelado, Venado Cola Blanca, Puma, Tapir, Pavo de Cacho, Tigrillo, Oso Hormiguero, Guacamaya Roja, Lagartija dragoncito de árbol, y El Quetzal.
132 mil hectáreas quedaron deforestadas cada año, entre el 2006 y 2010, cifra que corresponde a una tasa de 3.4% anual, una de las más altas de Latinoamérica.
Armando Castillo diputado de la bancada VIVA de la Comisión de Ambiente del Congreso manifestó que el interés de los contrabandistas de estas especies, es más una pasión enfermiza que encierra poder y dinero “ha trascendido que regularmente quienes compran estos animales, son aquellos que tienen poder adquisitivo, para cuidarlos y mantenerlos, no obstante, no en el lugar donde deben estar. La tenencia de animales en peligro de extinción ha sido hallada en casas de acusados de crimen organizado y drogas, la asociación es muy estrecha con estos casos, por lo tanto, la motivación de los contrabandistas es la provisión al mejor postor”, aseguró el diputado. Cabe mencionar que Peten e Izabal son los departamentos más llamativos para cometer estos delitos.
El Colectivo Madre Selva es una organización ecologista autónoma con más de 20 años de trabajo en la defensa de los bienes naturales y la biodiversidad de Guatemala. Lucha por defender la vida y por mantener los ecosistemas esenciales que la hacen posible. Su identidad se fundamenta en cultivar y defender la integridad y preservación de la vida, pensando en la herencia que se dejará a las generaciones futuras.
Guatemala es considerada como un centro de origen de especies, es decir hay mucha riqueza genética en este corredor biológico, esa concentración de genética dio origen a nuevas especies.
El activista del colectivo Madre Selva Julio González argumentó que de donde deben de prevenir estos buenos hábitos y costumbres para cuidar el medio ambiente es del sistema educativo nacional, “no habido una reforma educativa capaz de darle un rubro al pensum, tanto del nivel primario, básico y diversificado en temas de protección ambiental. Entonces somos un país que tenemos un gran déficit precisamente de educación ambiental”, puntualizó González.
“El narcotráfico no solo trafica drogas, si no también armas, personas y especies animales, en lo particular el narcotraficante promedio en Guatemala tiene algún “hobby” unos cuidan caballos de raza otros tienen zoológicos privados, la verdad no encuentro una razón a esto, talvez es por copia a Pablo Escobar que tenía un zoológico en su casa, no sé si le gustaban los animales o lo hacía nada más por presumir” asumió González.
DURANTE EL CONFINAMIENTO
Durante el confinamiento liberaron 300 animales en peligro de extinción. Los especímenes fueron rescatados en Escuintla. Los animales liberados fueron 60 tortugas verdes, 130 tortugas dragón, 135 tortugas casquito, 20 tortugas tres kias, 4 masacuatas, dos iguanas verdes y 20 caimanes negros.
Es importante mencionar que se han dado avistamientos en zonas urbanas de animales silvestres como: tacuacines, zorros, iguanas, aves entre ellas búhos, buscando restos o alimentos, también debido a que disminuyó la presencia de personas en las áreas protegidas y hábitat de las especies silvestres, estas sienten la confianza de realizar todos sus procesos biológicos, ya que la mayoría ven al ser humano como una potencial amenaza, también porque existe menos contaminación auditiva lo que mejora el bienestar de las especies presentes en estas áreas.
Armando Castillo dijo que es preocupante que no se haya volteado a ver la importancia de cuidar los factores que intervienen en nuestro ecosistema “los animales no existen por error, todos los seres humanos y especies tenemos un papel en el ecosistema, así la importancia de los bosques, de los insectos, de los animales salvajes. Es necesario que el hombre se transforma y aprenda a amar el espacio que tiene, pero, sobre todo, a amarlo.
Pero quiero hacer hincapié en la forma de conducirse del ser humano, se necesita ser muy mezquino para querer matar determinada especie y vender su piel, venderlos disecados o sencillamente llevarlos al cautiverio a una casa o, espacio natural, pero siempre en cautiverio.” finalizó el funcionario.
Varios de los animales que son rescatados de las manos de los contrabandistas aún están con vida, según menciona el activista “una gran deficiencia, es que no hay un espacio de rehabilitación o por lo menos que garantiza la vida de los animales antes de devolverla a su hábitat natural, la mayoría de estas especies rescatadas van a parar al zoológico”
Las hidroeléctricas, mineras y la expansión de mano cultivos como la caña, y la palma aceitera son los grandes depredadores de la vida silvestre. Sí hay alguna amenaza potencial para la extinción de la vida silvestre en Guatemala, es la expansión de este modelo, con esto trae más agroquímicos, pesticidas, plaguicidas. Una gran parte de la mortandad de peces y animales silvestres están consumiendo alimentos que están contaminados con dichos químicos.
Foto: cortesía del Portal Político
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