Ordenemos nuestra casa primero
Por: Dennis Chan
De todos es sabido que la educación en Guatemala es deficiente y el asunto de la pandemia de COVID-19 vino a demostrarnos que tan frágiles somos en este rubro en el país. Las autoridades se apresuraron para poder así salir “al paso” y adelantarse a una eventual crisis del por si ya debilitado sistema de educación nacional.
Esto me lleva a plantearme la siguiente interrogante ¿estamos preparados para una educación en modalidad virtual? Y es que a simple vista la respuesta es obvia, claro que no, lastimosamente los años que se han dejado en abandono al sistema educativo nacional hoy están pasando factura con un coste muy alto y que aún no sabremos que tanto nos afectará en este sentir la pandemia, si no que solo lo sabremos hasta algunos años después, pero no es solo culpa de la administración de Alejandro Giammattei, (quien ahora está a cargo y le toca responder por medio del Ministerio de Educación), si no que es la acumulación de varios años (incluso décadas) y administraciones anteriores que desentendieron a este sector lo que nos lleva a la crisis que estamos enfrentando como sociedad actualmente.
Y es que por desgracia no podemos ni siquiera planear un futuro en esta modalidad educativa si mínimo no se le puede garantizar acceso a la alimentación a un menor, (según estadísticas de UNICEF, Guatemala posee un 49.8% de desnutrición en niños), si tampoco se puede garantizar el servicio de energía eléctrica a la población, según el Banco Mundial la población de Guatemala tiene un 95% de acceso al servicio de energía eléctrica (dato de 2018), pero ¿qué pasa con el restante por 5%?, las personas de los asentamientos en la ciudad o las personas que viven en los puntos más lejanos del territorio nacional, ¿Cómo se haría para que tengan acceso a este servicio básico?
A estas interrogantes se le agregarían la falta de empleo, (sino de donde se pagarán servicios como internet o la compra de equipo de computación para poder acceder a la educación virtual), la preparación de docentes y así ser capaces de adaptarse a la era digital, ya que independientemente si logramos acceder a una educación así en un futuro, los catedráticos tienen que innovar ya, por que no se puede pretender seguir enseñando lo mismo y de la misma forma como hace 50 años (hay que actualizar su información y formación).
Prueba de que se necita innovar es lo que sucede actualmente, las escuelas públicas no estaban capacitadas para esta eventualidad y toco a cada escuela o instituto público improvisar para así tratar de cubrir el pensum de estudio, y la forma en que lo hicieron fue sobre cargar de tareas al estudiante, no los culpo del todo.
Una de las posibles soluciones (lastimosamente no veo una a corto plazo), puede ser una unión entre el sector público y el privado como ejemplo el Estado puede incentivar a la inversión del ente privado (por medio de favorecer en los impuestos a quienes acepten invertir en la educación u otro órgano del país que se encuentre debilitado) en estos rubros, y el poder económico comprometerse a cumplir sin ningún inconveniente este pacto, cumpliendo todo a cabalidad y que de verdad se garantice el bienestar de la población.
Pero como lo dice el titulo de este articulo de opinión hay que ordenar nuestra casa en primer lugar, como por ejemplo: garantizar que las instituciones puedan funcionar sin ningún tipo de impedimento al cumplir su labor, fomentar la cultura de denuncia, garantizar la seguridad no solo física , sino también la alimentaria y social de la población, acabar con la corrupción dentro de los organismos del Estado con penas más severas, que hagan pensar al que cometa un hecho de esa magnitud dos veces antes de realizarlo, en fin se necesita voluntad política para poder cambiar todo desde lo más profundo y así poder pensar en un futuro más alentador y prometedor para Guatemala.
A manera de cierre, dejar estas últimas palabras para que el lector las analice y saque sus propias conclusiones, ¿Qué país queremos para las futuras generaciones? Recuerde que todo cambio por muy pequeño que sea marca una gran diferencia, el cambio esta en cada uno de nosotros, por que tanto como usted y como yo hacemos patria, somos Guatemala.
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