Por: Ana Véjar
Mientras la sociedad civil guatemalteca se concentra en hacerle frente a la enfermedad COVID-19, que semana a semana suma damnificados, instituciones gubernamentales han utilizado las facilidades de compra que otorga el estado de excepción, decretado en el país para adquirir productos en cantidades y precios exorbitantes.
Mediante una investigación realizada por un diario nacional, se reveló que el 18 de marzo la Secretaría de Inteligencia Estratégica del Estado, institución que actúa bajo la responsabilidad del presidente Dr. Alejandro Giamattei, compró a la empresa Librerías y Papelerías Scribe, S.A., 114 cajas de papel higiénico de 250 metros, blanco, doble hoja, por el valor de Q10 mil 032, (Q88 por cada caja).
El 16 de marzo, la Secretaría General de la Presidencia adquirió de la empresa GMI, propiedad del señor Moshé Aarón Ibarra Sapper, 2 galones de gel antibacterial con etiquetas personalizadas e impresión full color por el monto de Q750, Q375 por galón. El galón de gel antibacterial se puede adquirir desde Q125 en distribuidoras y tiendas.
En el mismo periodo, específicamente el 18 y 19, el Registro General de la Propiedad compró a Party Kingdom, empresa que presta servicio de fiestas infantiles y entretenimiento, 20 galones de alcohol en gel por Q5 mil. Q250 por cada galón, cuando en supermercados y comercios se puede conseguir desde Q120 o incluso menos.
En el portal de Guatecompras, el sistema de información de contrataciones y adquisiciones del estado, quedó registrada la compra que realizaría el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social a la empresa Nuevos Éticos Noéticas, S.A., de 500 mil ampollas de metilprednisolona succinato por Q19 millones. El vocero de la Presidencia Carlos Sandoval, explicó que el proceso se canceló porque se requería 5 mil ampollas y no 500 mil.
Unos Q33 millones de las arcas del estado han sido utilizados por distintas dependencias, las adquisiciones se concentran en artículos de limpieza y equipo de protección física. En el caso de las municipalidades, las compras están justificadas por alimentos y granos básicos para las familias de comunidades menos privilegiadas.
Edición: Magda Gil
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