NO PODEMOS PARALIZAR EL HAMBRE, HAY QUE SEGUIR TRABAJANDO PORQUE DEBO ALIMENTAR A MIS HIJOS A DIARIO

Por: Vivian Chile

Mientras muchos aun duermen, Lidia Coronado, una mujer de 32 años, se levanta de la cama y prepara sus canastos con verduras para salir a las 4 de la mañana de Chimaltenango rumbo al mercado central de Chinautla. Recorriendo 123 kilómetros para ir a vender sus productos. En los últimos 14 años su vida ha estado alrededor del comercio. "No me queda otra alternativa, tengo que sacar adelante a mis tres hijos", agrega. Su primera venta del día son Q5 de cilantro. Al recibir las monedas las empuña en sus manos, que sopla, y como último acto se persigna. La pandemia del coronavirus no es sólo una crisis sanitaria, también es una crisis social y económica. Nos comparte parte de su diario vivir, cuando su rutina se vio interrumpida por el virus del Covid-19.

¿Cómo ha abastecido sus productos, ante esta crisis, se le dificulta conseguir todas las verduras por la poca exportación?

Mis hermanos, tienen algunas cosechas, y aunque ya no es mucho lo que hay, eso nos ha ayudado bastante a poder seguir teniendo producto en el mercado.

¿El negocio de venta de verdura en el mercado, es el único sostén de la familia?

Sí, mi esposo, también vende en un mercado de Chimaltenango, yo me vengo hasta acá, porque la venta haya es poca, y él trabaja medio tiempo en el comercio y la otra parte en la agricultura.

¿Ha tenido las medidas para cuidar de sus adultos mayores en casa, quienes viven aún con usted?

Solo mi papá, él es jardinero, adora la siembra, pero ante esta crisis, tratamos de cuidar que se quede en casa, su trabajo si es muy importante, pero nada como su vida. Y hay que valorarlo, porque mi mamá ya murió.

¿Y desde que edad trabaja?

Nosotros éramos bastante pobres, a veces solo comíamos una vez al día; yo empecé a los 7 años a trabajar, cuidando niños, de los demás jardineros, me pagan cinco centavos, y yo se lo daba a mi mamá para la comida.

¿Cómo se transporta para llegar hasta su punto de venta?

Mi esposo, me viene a dejar al mercado de la terminal, en zona 4 y de allí, pago un carro, para traer mis canastos.

¿Considera que la venta ha bajado desde que sucedió esta pandemia?

Si totalmente, la gente, gasto mucho sus ahorros, muchos perdieron sus trabajos, es un gran impacto para los bolsillosde todos. Son momentos difíciles que, sin duda, nos va a permitir ser mejores personas, y como decíamos al comienzo, estamos obligados a trabajar todos juntos frente a la difícil situación con inteligencia y responsabilidad con nuestros clientes.