Por: Mónica Duarte
A muchos usuarios del transporte público se les ha dificultado movilizarse a sus trabajos y otros destinos, debido a que este servicio fue suspendido desde que se implementaron las restricciones para evitar la propagación del Covid-19. Obviamente el servicio se suspendió, pero las responsabilidades siguen activas, deudas y facturas que llegan cada mes sin falta, son una pequeña parte de lo que desencadena que este servicio no labore con normalidad.
De esta forma es importante recalcar, que este eslabón no puede desprenderse de la realidad económica que Guatemala está viviendo debido a la pandemia. Los usuarios de estos servicios dígase (taxis, moto taxis, transmetro, transurbano etc.) son en mayoría personas que por años han hecho uso de los mismos y que ahora de alguna manera deben buscar otra alternativa. Algunas empresas brindaron a sus trabajadores un servicio de bus, para que se puedan movilizar con facilidad.
Por otro lado, es de preguntarse; ¿sí los usuarios están siendo afectados?, cuanto más los pilotos e incluso las familias de los pilotos. Lo irónico de todo esto es que incluso los extorsionistas se pusieron la mano en la conciencia y suspendieron las extorsiones porque sabían que no había forma que se les pagara una cuota, ellos también fueron afectados. Pero ahora que el servicio se reactive en los próximos meses, todo va a regresar a la “normalidad” en todos los aspectos.
Para los que tuvimos trabajo en todo este tiempo en ¡Buena Hora! El llamado home office resulto ser una herramienta muy útil para saber que desde la comodidad de nuestra casa podemos seguir trabajando y generar ingresos. Pero ¿qué pasó en los hogares de estos pilotos? De algo estoy segura, el home office ni lo conocen. Vimos banderas blancas por todos lados, un gran número de madres con bebe en brazos, otros en busca de un trabajo porque sabían que sería algo más estable y por último los emprendedores, aquellos que pusieron a volar su mente y ahora tienen ese pequeño negocio.
Vemos como hay guatemaltecos chispudos y otros que solo esperan la ayuda de alguien más. El Bono Familia si bien es cierto pudo ser un alivio, pero a muchos ni siquiera les ha llegado el primero pago.
“Yo sí les pido que con los protocolos se pongan una mano en la conciencia, porque no estamos generando ingresos de nada. Buscamos apoyo del Gobierno para nuestros pilotos, pero solo 30% recibió la ayuda de la economía informal, y al resto nunca les llegó”, expuso Jorge Carlos Galindo, de la gremial de buses de Villa Canales.
El alza en el transporte es de esperarse, la adaptación resulta ser un gasto y todo esto para que se cumpla con los protocolos de seguridad y obviamente ya no se podrá abarcar el bus como se hacía antes, en donde hasta en la parrilla resultaba ser un buen asiento.
Para nosotros, el viernes 13 de marzo inicio la pandemia en Guatemala, muchos llegamos a pensar que ese virus nunca llegaría aquí. Esto se hacía sonar a finales del año pasado, mirábamos las cifras de los fallecidos y simplemente era un número más. Pero ahora, esta situación ya no es número más, es un familiar, un amigo o un conocido, sabemos que nuestra mente puede ser la limitante más grande para dimensionar la seriedad de la situación.
Mostrémonos más conscientes de la situación del prójimo, recordemos que sí nosotros con un trabajo estable fuimos afectados únicamente en la forma de transportarnos, cuanto más aquellos que su único ingreso fue bloqueado completamente, hago un llamado a la población para que en la medida de lo posible tratemos de entender que no podemos velar por nuestro propio interés, detrás de choferes y pilotos hay padres de familia que son vistos en sus hogares como ejemplos de perseverancia.
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